martes, 13 de marzo de 2012

Gustav Klimt, ¿Cómo subieron tan rápido los precios de tus cuadros?

HASTA HACE UNOS AÑOS, EL MUNDO DEL ARTE IGNORABA POR COMPLETO A GUSTAV KLIMT. AHORA SUS PINTURAS SE UBICAN ENTRE LAS MAS CARAS DEL MERCADO INTERNACIONAL. ¿COMO SUBIERON TAN RAPIDO LOS PRECIOS DE ESTE PINTOR VIENÉS? 

Cuando el heredero del imperio de los cosméticos Ronald Lauder, gran coleccionista de arte y cofundador de la galería de arte Neue, además de presidente emérito del Museo de Arte Moderno de Nueva York, pagó $135 millones de dólares por la obra de Klimt: El Retrato de Adele Bloch-Bauer I (1907) en Junio pasado, muchos observadores quedaron sorprendidos no sólo por la cifra pagada (una de las más altas de las cifras conocidas en el mercado por una pintura) sino también por el nombre del autor de la obra.

Se preguntaban cómo era que un trabajo de este artista hasta hace poco ignorado por el mercado del arte había cuadruplicado el valor de su obra, cuando un récord anterior había sido de 29.1 millones de dólares. Había sobrepasado incluso los $104.2 millones que se habían pagado por una obra de Picasso del período azul (Muchacho con Pipa, 1905).
La respuesta abarca una mezcla de factores, incluyendo la impecable procedencia de la pintura y su reciente historia. También se debe considerar la creciente demanda por obras del expresionismo alemán y austriaco. El retrato dorado de Adele Bloch-Bauer (esposa del magnate azucarero austriaco Ferdinand Bloch-Bauer, que tuvo que huir de Austria durante las obras de Segunda Guerra Mundial), es considerada una de las mejor Klimt.
El elaborado retrato de Adele sentada le llevó a Klimt más de tres años de ejecución. Mucho se habló de la sensual expresión de Adele y de su retrato erótico y se especulaba con un romance entre los dos. Esto aumentó la fascinación del público por esta pintura.
Después de una batalla legal que duró casi ocho años entre el gobierno austríaco y los herederos de la familia Bloch-Bauer, esta pintura fue una de las cinco que restituyó la Galería austríaca Belvedere de Viena. Los nazis se habían apoderado de la pintura en 1938. El museo reclamaba la obra como suya de acuerdo con el testamento de Adele hecho en 1923, pero en 1998 apareció nueva información sobre el caso cuando el gobierno de Austria dictó una ley que permitía abrir los archivos secretos.
Todo este revuelo subió la cotización de Klimt y esto se reflejó en la subasta de las cuatro obras restantes hechas por Christieís en Noviembre pasado en Nueva York. Klimt no sólo ostenta la distinción de ser uno de los artistas más caros del

mundo sino que además es el segundo artista más caro de venta en subastas después de Picasso. El retrato de Adele se puede visitar como parte de la colección permanente de la Neue Galerie de Manhatan, Nueva York (Upper East Side) donde atrae a multitudes. Pero todavía los críticos no se han puesto de acuerdo en si realmente este Klimt vale los 135 millones de dólares pagados por él.

Depende del experto que se consulte que dirá que el cuadro vale cada centavo o que es una obra sobrevaluada. Cabe recordar que quedan muy pocos trabajos de ese calibre y que Adele es una obra maestra de uno de los grandes maestros de comienzos del siglo XX. Cualquiera que sea su posición, cabe reconoer que la obra de Klimt es el perfecto reflejo nostálgico de un gran momento de la historia cultural de Viena a comienzos del siglo.
Klimt, quien murió en 1918 no tuvo una muestra individual en Estados Unidos hasta 1959 en la Galería St.Etienne.



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